Mi hermana entró a bañarse, y en eso escucha un golpe fuerte. Sale como estaba y ve que la tele estaba como el rating de canal siete, en el piso. De la cara transformada pasa al abrazo contenedor al Chocho, quien se había quedado paralizado frente al aparato tendido. Pasada la primera conmoción, y como queriendo gambetear el reto, a la pregunta sobre lo ocurrido el Chocho responde: “no se que pasó. Tengo amnesia repentina”

A veces, aunque no se exprese directamente, se dice de manera contundente.  Tomamos el 103 con el Chocho y pedimos hasta el cine. Bolt nos esperaba con su fábula sobre la ficción de la fama. Así que al subir, pongo una seguidilla de monedas y moneditas por la ranura, mientras él se va hacia el fondo, corriendo. Al sentarme, le digo que no haga más eso, porque con el colectivo en movimiento se podía llegar a lastimar. Me pidió disculpas. Cantamos “estaba la paloma blanca”y luego me contó que las aves son los dinosaurios que no se extinguieron, que a él le gusta mirar canal 7 y que la tele sirve para aprender muchas cosas. Bajamos, cruzamos y llegamos a la boletería. Busqué en el primero, luego en el segundo, y después en el chiquito, pero no encontré la billetera. Así que, tratando de conservar cierta calma le expliqué que no tenía plata, y que teníamos que regresar. Entonces me respondió: “si estuviera mi papá, le pediríamos a él”. A veces, las cosas que decimos, dicen más.   

Una ordenación de huesos, y ni siquiera, de sus réplicas. Pero algo tiene esa sección del museo que admira y gusta. Algo queda de vida en esa muerte. Será por eso que Hugo Mujica dice Brasa Blanca cuando quiere decir huesos.

Aprovechando “La Noche de los Museos” fuimos con el Chocho y mi hermana. Nos hemos sacado bonitas fotos. En la sección de mamíferos contemporáneos las réplicas tenían un tamaño doméstico. Y en ella, como al pasar, Chocho señala y dice: “el ornitorrinco”. Nos reímos con mi hermana de la ocurrencia, pero al acercarnos, ese cachivache de huesos tenía un letrero que decía: Ornithorhynchus anatinus